domingo, 8 de enero de 2012





Eres el minuto que  sueño que tengo cuando me despierto, el impulso preciso que necesito para levantar mi cuerpo.
10 minutos de silencio que hacen que esté tranquila y me olvide del tiempo...Desayuno de tus besos, noticias de tu pelo, ducha de tus dedos.

Pestañeo un segundo, el tiempo que se tarda en entrar a  tu  nuestro mundo.


Miradas infinitas, las sábanas se enredan en nuestros cuerpos desnudos, provocando(me) un conflicto con  el roce de tu piel. Te miro y sonrió, paseas por mi ombligo y subes por mi cadera. Pierdo la noción del tiempo, las preocupaciones,  la vergüenza, la cabeza y demás.

Rompiste todas mis normas en el momento en el que entraste en mi vida y eso... me asusta.

Espero tu llamada de los domingos, quiero perderme (contigo).




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